Fabricante de embalajes reduce desperdicios en impresiones calcográficas

La impresión calcográfica se utiliza para imprimir tareas de gran edición que suelen exceder las 300 000 copias. Con la competencia cada vez mayor que hay en el mercado, los fabricantes de embalajes están siempre buscando formas nuevas de mejorar la eficiencia de sus plantas, sobre todo para reducir los tiempos de configuración y los desperdicios. Para lograr este objetivo, es importante conocer y analizar con precisión los procesos que se están ejecutando en la máquina.

Un punto fundamental dentro del proceso de impresión es el cambio de los rodillos, que se hace cambiando los rodillos voladores a velocidad máxima de producción, es decir, unas 50 veces al día aproximadamente. En la bobina que hay al final de la línea de impresión, se acelera un tubo vacío de enrollado en una segunda rebobinadora hasta que la velocidad circunferencial del tubo coincida con la velocidad de la línea de refrigeración. El tubo vacío se encaja en la banda de papel que se está enfriando. A la vez, el rodillo impreso se corta y se expulsa.

A la hora de cambiar los rodillos, la tensión de la red es especialmente importante. Los tiempos de aceleración de la carcasa, el prensado y el corte deben coincidir con total exactitud. Las fluctuaciones en la tensión de la banda provocan inevitablemente una imagen de impresión defectuosa y, consecuentemente, desperdicios que hasta la fecha siempre han sido de 40 metros.